En esta “Tierra de la Hamaca Grande”, vale la pena conocer el Museo Comunitario San Jacinto; observar hermosas vistas desde el Cerro Maco, a más de 800 m.s.n.m.; visitar los petroglifos de los antepasados –diseños simbólicos grabados en rocas-, saborear un rico sancocho de gallina criolla en una finca cacaotera o aguacatera y si lo prefiere, un crocante chicharrón con yuca harina durante sus fiestas patronales en agosto. Bienvenido a San Jacinto, tierra de tradiciones y costumbres que se conservan de generación en generación.
Reseña
“Al llegar a San Jacinto notan que el pueblo es atento porque les brindan asiento y al poquito rato un tinto”. Razón tiene Rafael Pérez García, maestro de la décima colombiana. Esta es tierra de gente servicial y amable, gente orgullosa de su cultura y folclor, de sus hamacas multicolores, de...
Crónicas
En San Jacinto se crece devanando madejas, mientras del otro lado del patio, bajo un quiosco de palma, la abuela sube y baja hilos en un telar. Ese es su rincón de trabajo, escuchando el cacarear de las gallinas y topándose de vez en cuando con el gajo de “guineíto” manzano que siempre, por...
Huele a lluvia. El camino hasta la finca se hace largo debido a los huecos en carretera destapada. Mientras el jeep anda, los viajeros nos contoneamos de un lado a otro, agarrándonos para no salir volando. A los lejos se ven las tonalidades en verde de las montañas y los árboles. De vez en...