José Jiménez es un magangueleño que se consolida como boxeador. Contó cómo fue la pelea en China en la que ganó el título Interino de la FIB.
 
Por dos meses se preparó en su natal Magangué el pugilista José Antonio Jiménez para su pelea por el título mundial interino de peso paja de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
 
Sin embargo, apenas en el primer asalto contra el excampeón mundial Chao Zhong Xiong, ya estaba tendido en la lona del cuadrilátero del Diamond Stadium, en Beijin, China. 
 
La mente se le nublaba y escuchaba el rechistar de los flashes de un montón de fotógrafos, mientras que en su corazón sentía los latidos muy acelerados y su respiración se agitaba. El asiático acababa de darle un certero golpe en el mentón (knock down), que casi lo deja noqueado. Conocedores del boxeo dicen que es difícil que un peleador se recupere de un ataque como ese.
 
El público gritaba y alababa la acción del peleador local. Lo daban como ganador y todo parecía dicho cuando apenas comenzaba la reyerta. Los músculos de José parecían entumecerse con los alaridos de la afición. Pero esa noche del 27 de mayo del 2016, el magangueleño seguiría en el cuadrilátero hasta darlo todo, haciendo historia en China. “Los guerreros se caen, se levantan y siguen luchando hasta la muerte”, dijo.
 
Las fuerzas no le daban y, al levantar la mirada, todo lo que veía a su alrededor eran chinos. Pensó en Dios, en su familia y sus tres hijos, quienes lo esperaban en Magangué; y en todo lo que había hecho para llegar a China. ¿Acaso todos los esfuerzos y la preparación había sido en vano?
 
José no quería volver a trabajar como mototaxista ocasional en Magangué. Tampoco deseaba dedicarse al comercio. Lo suyo era convertirse en un gran deportista. Así lo vaticinaron sus descubridores, Manuel del Cristo Vargas y José Lara, cuando era muy joven y soñaba con convertirse en un jugador del Junior de Barranquilla, un campeón que dejara el nombre de Magangué en lo más alto. Orgullo de su pueblo natal.
 
“Antes de salir de Magangué hacia China -relata José--, Giovanny Meza me dijo: ‘José, tú crees en Dios, aférrate a él. Sé fuerte e inteligente. Vas a ser un ejemplo para Magangué’. Cuando estaba en la lona recordé esas palabras, miré a mi apoderado y me dije: ‘no puedo dejar tirados mis sueños y los de mi familia’. Así que me levanté como pude”. 
 
José estaba de nuevo en pie, moviendo de un lado a otro sus 105 libras, ante la mirada atónita de algunos. Su batalla era aún mayor, porque estaba algo débil, pues, al llegar a China, había enfermado, además de que el largo viaje (de 26 horas), había sido agotador. La comida también le cayó mal, pero era ese día o nunca.
 
Aunque estaba algo desorientado, siguió peleando como pudo: con las fuerzas de su corazón, con la convicción de lograr lo que se quiere y añora, aunque todo parezca perdido. Aún le quedaban garras, y sacó coraje. Debía seguir adelante y espiritualmente se sentía bien.
 
Entonces, empezó a “danzar” en el ring. Se movía y saltaba de un lado a otro. El baile le dio vida. Sus golpes se hicieron cada vez más firmes y fuertes. La campana no paraba de sonar. Los minutos fueron pasando y, en un parpadeo, el magangueleño ya estaba en el octavo round. 
 
“No me lo creía. En ese momento sentí que me iba montando en el combate y tomé más confianza. Al final del octavo round le di varios ganchos en el tórax al chino, quien ya no me tiraba con tanta fortaleza. El único que hablaba español era mi entrenador y representante Manuel Pérez Tafur, que me gritaba para darme ánimos, mientras el público coreaba el nombre del chino. Pero eso me llenaba de más fuerza. En cada round salía con más ganas de darle trompadas al chino”, recuerda este púgil, criado en las polvorientas calles del barrio 2 de Noviembre, de Magangué, La ciudad de los tres ríos.
 
Hasta el final
 
Increíblemente, ‘La Pulga’, como lo bautizó esa noche el presentador del combate, luego de escudriñar a su apoderado, peleó hasta el round 12. Fue una batalla intensa, difícil y estaba muy agotado. Los gritos se escuchaban y el público seguía coreando el nombre de Chao, pero el destino de Jiménez, el mototaxista ocasional, ya estaba escrito: esa noche en Beijin sorprendió y se coronó campeón por decisión dividida de los jueces (116-114, 113-114, 114-113). 
 
“El chino me dio cabezazos y codazos. Por eso le quitaron puntos”, recuerda el bolivarense.
 
Entonces, asegura con orgullo el boxeador, se convirtió en el segundo colombiano en lograr una victoria por decisión en Asia, después de Antonio Cervantes, ‘Kid Pambelé’.
 
Luego de ganar en China, José regresó a Magangué, donde fue recibido con gran entusiasmo por amigos, familiares y personalidades locales. 
 
Ahora, en su pueblo natal, además de la leyenda del boxeo local, Ricardo ‘Mochuelo’ Torres, excampeón mundial, todos reconocen el nombre de José Antonio Jiménez Espinosa, ‘La Pulga’. Su sueño es seguir peleando y ganar un nuevo título, pero ese será otro baile. Otro reto para consolidarse como deportista. 
 
Sus peleas
 
En el 2006, José ‘la Pulga’ Jiménez saltó al profesionalismo y su primera pelea como profesional fue en Villavicencio con un peleador que tenía fama allá. “Fui por orgullo, no me fue bien, perdí. Pese a ello mi apoderado me dijo que me veía futuro y que me iba a apoyar, y confió en mí. La segunda pelea la gané y desde entonces empecé a ganar combates.
 
Jiménez lleva más 70 peleas. Dice que ha ganado 19 combates como profesional, un empate y cuatro derrotas. De las victorias, nueve fueron por vía rápida y el resto por decisión.
 
José Jiménez quiere consolidarse como boxeador y para ello trabaja a diario. Sabe que hay obstáculos, pero es persistente y sigue luchando por sus sueños.
 
Así comenzó
 
A finales del mayo de 1997, José Jiménez cuenta que fue a Indeportes a inscribirse para jugar en un equipo de fútbol, pero las oficinas estaban cerradas.  “Manuel del Cristo Vargas y José Lara me vieron y me preguntaron mi nombre. Me invitaron a practicar boxeo y me dijeron que servía para eso. Iban a buscarme a mi casa y yo me escondía para no ir a practicar. Me invitaban a comer al Centro con boxeadores de Magangué. Practiqué y mi primera pelea fue en el año 1997, como amateur, contra un muchacho de Sincelejo. Tuvieron confianza en mí, creyeron en mí y no se equivocaron”.
 
Respaldo total a José
 
Luego de su victoria en China, José obtuvo el boleto para luchar por el título mundial del peso mínimo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), contra el mexicano José ‘Tecuala’ Argumedo, quien lo defendía. La pelea se hizo el 12 de noviembre pasado y Jiménez perdió por nocaut técnico en el tercer asalto. Pese a perder la posibilidad de convertirse en campeón mundial, se mantiene activo y con ganas seguir cosechando victorias, no se rinde. “Él trabajó muy fuerte para la pelea contra Argumedo, hizo méritos para que todo se diera de forma positiva, pero las cosas no salieron. No quiero que suene a excusa, pero hubo muchos inconvenientes y mucho de lo que ven los televidentes es distinto a lo que se vive en la realidad, el ring parecía no tener bases sólidas. José se mantiene en el ranking y ahora va esperar peleas”, indicó Manuel Pérez Tafur, representante y entrenador de Jiménez.
 
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José Jiménez. Foto: Julio Castaño.
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